miércoles, 6 de abril de 2011

Javier Caballero Olvera



Nombre: Javier Arturo Caballero Olvera
Egresado de: Universidad Iberoamericana (ingeniería química)
Edad: 31 años
Originario: Distrito Federal
Estudios: Doctorado en neurociencia computacional
Departamento de: Psicología de la Universidad de Sheffield


-¿De qué trata tu investigación?
-El doctorado en neurociencia computacional básicamente trata de crear estructuras matemáticas con las que se pueda explicar qué es lo que hace el cerebro.
Concretamente en mi investigación trabajo con una prueba estadística cuya estructura y funcionalidad hacen click con ciertas estructuras del cerebro, como los circuitos recurrentes que conectan la corteza, los ganglios basales y el tálamo y de vuelta a la corteza.
El asunto es que esta prueba estadística hace click con la estructura y la arquitectura de este sistema y también con la función que pensamos desempeña. Pensamos que está involucrado en la toma de decisiones o la asignación de recursos, que es lo mismo.
Lo interesante de esto es que hay un sistema central de asignación de recursos que es equivalente a lo que los filósofos podrían llamar libre albedrío, entonces es un poco curioso que estamos realmente llegando a explicar que no hay tal cosa, o sea, estamos acercándonos a probar que no hay algo como un libre albedrío, que todo es una máquina. De hecho nosotros entendemos al cerebro como una máquina, como cualquier otra, una muy compleja pero que igual tiene sus entradas, sus salidas y sus engranes.
-¿O sea que en realidad no hay opciones?
-O sea que en realidad aparentemente no hay opciones, sino que hay cosas que son más prominentes que otras, y siempre la cosa que es más fuerte que la otra va a determinar la decisión que vas a tomar. Bueno, ésta es nada más una teoría sobre lo que se piensa que está haciendo el sistema nervioso, pero es una teoría que creo que tiene mucho futuro y está bien sustentada. Yo por ejemplo he tenido resultados matemáticos que a veces me sorprenden porque me doy cuenta que el cerebro real realmente funciona así y entonces a veces da un poco de miedo saber que las cosas se pueden reducir a esto, como el tiro parabólico que todos estudiamos en la secundaria, con el que puedes predecir en dónde va a caer la pelota conociendo ciertas características de cómo la aventaste. Entonces sí, eventualmente a lo mejor no hoy, pero quizá en unos 80 años vamos a entender bien el cerebro y vamos a poder predecir todo lo que la gente hace.
-¿Y concretamente en tu doctorado qué es lo que quieres entender?
-Estamos intentado entender un mecanismo medular de cómo funciona el cerebro. Estamos estudiando una especie de switch central que sirve para la asignación de recursos de la corteza cerebral. Queremos saber qué es lo que pasa en esos circuitos porque eso es central para lo que conocemos como cognición. Digamos que estamos tratando de encontrar una hebra en la madeja para empezar a tirar de ahí y descifrar todo lo demás. Lo que todo el mundo quiere en neurociencia computacional es encontrar la hebra que puedas jalar con confianza y saber que te va a llevar a la verdad, por supuesto, lo interesante es encontrar esa hebra, y en el cerebro hasta ahora parece que no la hemos encontrado.
-¿Por qué es importante tu investigación?
-Bueno, como los antiguos griegos dijeran, conócete a ti mismo, número uno, y  bueno, ese es el lado digamos romántico, pero también lo interesante del cerebro es que tenemos súper computadoras que ocupan bodegas enteras de módulos, módulos y módulos y consumen megawatts de energía y todavía no pueden hacer lo que un cerebro humano puede hacer con algunos platos de comida al día.
El conocimiento de cómo funciona el cerebro puede aplicarse a redes, a robótica, a inteligencia artificial, y por supuesto también está la cuestión de la terapia, de entender el sistema para rehabilitar y curar padecimientos neurológicos como la enfermedad de Parkinson, el Alzheimer, las enfermedades de neuronas motoras, problemas de aprendizaje, autismo, etc.
-¿Cuál es tu perspectiva de trabajo y desarrollo de tu investigación en el futuro?
Esta área en México no existe propiamente. Hay varias personas que están haciendo modelamiento de sistemas neurológicos pero es como algo colateral, no el centro de su investigación. Ahorita lo más cercano es un laboratorio de inteligencia artificial que hay en el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía, pero prácticamente esta área se puede decir que no existe, entonces si yo quiero regresar a México para arrancarla como tal primero necesito prepararme más, entonces lo que quiero es especializarme un poco más, tener más experiencia y después ver la posibilidad de regresar a México.
Aunque en realidad yo no tengo ninguna preferencia, yo lo que quiero es hacer esto porque es lo que me apasiona, no me importa dónde.
 -¿Qué es lo que más te ha gustado de la experiencia de vivir en Sheffield?
-Que he conocido gente muy linda, gente muy interesante de todos los países, he cocinado con ellos y conseguido recetas muy interesantes; he hecho muchos amigos, muy buenos amigos y bueno, Sheffield tiene la ventaja de que como todos vivimos en el centro porque la Universidad está en el centro tienes todo lo que quieres, la vida nocturna es increíble y pues también está lleno de cosas que no puedes conseguir en otros países. También la cultura de los británicos es muy interesante, y así como en México levantas una piedra y encuentras una pirámide ¡aquí levantas una piedra y encuentras un castillo! Es un país muy interesante, con muchísima historia.


domingo, 27 de febrero de 2011

Abimael Cruz Migoni






Nombre: Abimael Cruz Migoni
Origen: Distrito Federal, México
Egresado de: Unidad Profesional e Interdisciplinaria de Biotecnología e Ingeniería (UPIBI) del Instituto Politécnico Nacional (IPN).
Edad: 30 años
Tipo de estudios: Doctorado en biología estructural
Departamento de: Biología molecular y biotecnología de la Universidad de Sheffield.





-¿En qué consiste tu proyecto de investigación?
-Estamos estudiando una bacteria llamada Burkholderia pseudomallei que produce una enfermedad denominada Melioidosis. Es una bacteria bastante interesante porque sin un tratamiento adecuado te puede matar en 24 horas. Esta bacteria vive generalmente en el suelo y en agua contaminada. Burkholderia es endémica de zonas tropicales en Asia y en la parte norte de Australia, sin embargo, existen reportes de turistas europeos que han contraido la enfermedad en Tailandia, Malasia o Australia, principalmente después del Tsumani de 2004. En Asia, es una enfermedad muy común entre los campesinos que colectan el arroz, ya que ellos se encuentran constantemente en contacto con la bacteria.
Un problema en particular es que la enfermedad no presenta síntomas específicos y es muy fácil de confundirla con cuadros de neumonía o tuberculosis, así que gente que la adquiere muchas veces no es tratada adecuadamente en su etapa inicial, terminando con consecuencias fatales.
En México, no existen reportes de melioidosis, sin embargo, por ser una zona tropical, la bacteria muy posiblemente se encuentra presente, en este caso el principal problema es que no se encuentra disponible un método de diagnóstico adecuado y económico, me imagino que algunas personas en México habrán fallecido sin saber que tuvieron melioidosis pero siendo diagnosticadas con otros cuadros clínicos.
El problema con esta bacteria es que es resistente a antibióticos y no existe una vacuna hasta el momento.  Recientemente, reportes militares sugieren que alrededor de 250 mil veteranos estadounidenses de la guerra de Vietnam han sido identificados serológicamente positivos contra esta bacteria. Al parecer los soldados habrían entrado en contacto con la bacteria cuando inhalaron partículas del suelo contaminado con Burkholderia principalmente durante el despegue de aviones o helicópteros, lo sorprendente es que 30 o 40 años después, están desarrollando la enfermedad. En este sentido, el gobierno de Estados Unidos teme que la bacteria pueda utilizarse como agente bioterrorista, debido a que es muy fácil que viva, por ejemplo, en agua destilada por décadas. Por ello existe interés en buscar nuevas estrategias para erradicarla.
Entonces nuestro trabajo está enfocado a encontrar nuevas curas contra esta bacteria.
-¿Cómo trabajan para alcanzar ese objetivo?
-Utilizamos la cristalografía de proteínas. El trabajo se enfocó en dos aspectos. El primero, identificar proteínas esenciales de la bacteria y determinar su estructura con el fin de diseñar nuevos fármacos. Proteínas que ayuden a la bacteria a sobrevivir y al tener su estructura disponible podemos diseñar compuestos que detengan su acción y maten a la bacteria, que es básicamente como actúan los antibióticos disponibles. En segundo lugar, buscamos determinar la estructura de proteínas implicadas en virulencia de la bacteria. La investigación se realizó en colaboración con un grupo en Malasia donde se cultiva la bacteria y ya ellos nos mandan el material genético, el DNA, y a partir del material genético clonamos las proteínas que nos interesan. 
-¿Qué avance lograste tú en este proyecto durante tu doctorado?
-Logramos determinar la estructura de una proteína que es importante en la virulencia de la bacteria. A su vez, la caracterizamos biológicamente, ahora ya sabemos cómo actúa. El aporte principal es que aunque la bacteria se identificó hace 100 años, no se conoce mucho del mecanismo de patogenicidad, es decir, sabemos que infecta, que ataca, pero no sabemos cómo, en este sentido, esperamos contribuir en conocer mejor su mecanismo de patogenicidad.
-¿Cuál es la trascendencia científica y social de tu investigación?
-Tomando en cuenta que por ejemplo en Tailandia la Melioidosis es la segunda causa de muerte y de que no exista un método adecuado para identificarla, ni vacuna para atacarla, creo que hace muy relevante el hecho de contribuir al conocimiento de cómo esa bacteria está actuando o qué mecanismo usa para causar daño.
Por otra parte creo que un gran aprendizaje para mi fue la metodología que utilizamos. El hecho de colaborar con grupos de Malasia y de Singapur, te hace darte cuenta de que la investigación científica ha dejado de ser de una sola persona o un solo grupo. Esto me ha ensenado que se pueden aplicar y combinando los conocimientos generados por grupos científicos alrededor del mundo para resolver un mal o una enfermedad que no solo afecta a los asiáticos, sino que se está expendiendo en todo el mundo.
 -¿Qué es lo mejor que te llevas de esta experiencia de estudiar y vivir en Sheffield?
-La ciudad me gusta bastante por su diversidad cultural. Yo creo que hay ciudades que son reconocidas a lo mejor por su arquitectura o atracciones, pero a mi me gusta el hecho de que Sheffield sea una ciudad universitaria donde la gente está acostumbrada a los estudiantes, puedo decir que es muy friendly en ese aspecto. Yo creo que el enriquecimiento entre culturas y la posibilidad de conocer gente de otros países es un aspecto muy positivo de Sheffield. Y bueno, además de que la ciudad es segura y con mucha vida noctura.

Entrevista: Daniela Morales 



domingo, 30 de enero de 2011

Jorge Aroyo Palacios



Nombre: Jorge Aroyo Palacios
Origen: Ciudad Victoria, Tamaulipas, México
Egresado del: Instituto Tecnológico de Ciudad Victoria
Edad: 30 años
Tipo de estudios: Maestría en Sistemas Computacionales avanzados y Doctorado en Reconocimiento de Emociones.
Departamento: Computer Science, University of Sheffield








-¿En qué consiste tu proyecto de investigación?
-Básicamente se trata de reconocer emociones a través de señales fisiológicas. Lo que hago es entrenar a la computadora a través de un modelo probabilístico para que mediante las señales fisiológicas de la persona, como es el ritmo cardiaco, la respiración, o como es la sudoración en la piel, la computadora interprete estas señales fisiológicas y pueda decir cuál es la emoción más probable que la persona está sintiendo en determinado momento.
-¿Cuál es el objetivo de tu trabajo?
-La aplicación final de mi investigación sería hacer que las computadoras o las aplicaciones de las computadoras como pueden ser robots, como pueden ser aplicaciones Web, como pueden ser interfases de usuario, sean más amigables y que puedan interactuar de una forma más natural con los humanos; es decir, si una computadora no solamente puede procesar información sino que además puede entender la emoción que yo estoy sintiendo en determinado momento, pues puede de una forma más inteligente procesar esa información y responder de una forma inteligente al usuario o a la persona, y ese es entonces la aplicación final de mi investigación. Claro,  yo lo que hago es la investigación del cómo hacer que una computadora, por medio de estas señales fisiológicas reconozca un tipo de emoción.
-¿Cuál sería la utilidad social de tu investigación?
-Bueno, como mencionaba, la aplicación final es tratar de que la computadora interactúe de una forma más natural con el usuario, que entienda sus necesidades, sus emociones, porque si la computadora puede reconocer esas emociones entonces ya puede procesar esa información y contestar de una manera más inteligente al usuario.
 ¿Qué tan desarrollado está este campo de investigación en México?
-Sé que en México están trabajando muy bien en el Instituto Politécnico Nacional (IPN) y en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en estas áreas, incluso por ejemplo sé que en el área de Robótica el Politécnico ha ganado competencias internacionales, y bueno, el IPN junto con la UNAM son instituciones que han dado muy buenos frutos y muy buenos resultados en este campo.
 -¿Qué es lo que más te ha gustado de la experiencia de vivir en Sheffield?
-En Sheffield he aprendido mucho acerca de otras culturas, yo creo que el hecho de venir a otro país y hacer un postgrado no solo te ayuda a adquirir más conocimiento sobre tu área sino también a tener una perspectiva más globalizada de todos los aspectos, y lo más importante que me ha dejado esto de venir a otro país a estudiar es que ahora valoro más México en todos los sentidos, porque me doy cuenta que antes por ejemplo tenía mucho la idea de ver las escuelas o instituciones extranjeras como si fueran lo máximo o como si fueran el punto de referencia que hay a nivel mundial, pero cuando estás en este tipo de escuelas que son reconocidas a nivel internacional te das cuenta que las escuelas en México tampoco están tan mal, que el nivel de investigación, si bien es cierto que tiene sus deficiencias y carencias, el nivel de educación no está tan por debajo como en un principio se tenía una idea, entonces también te ayuda a valorar lo que uno tiene en México y bueno, aprendes también de lo positivo y lo negativo que hay afuera de México.