domingo, 27 de febrero de 2011

Abimael Cruz Migoni






Nombre: Abimael Cruz Migoni
Origen: Distrito Federal, México
Egresado de: Unidad Profesional e Interdisciplinaria de Biotecnología e Ingeniería (UPIBI) del Instituto Politécnico Nacional (IPN).
Edad: 30 años
Tipo de estudios: Doctorado en biología estructural
Departamento de: Biología molecular y biotecnología de la Universidad de Sheffield.





-¿En qué consiste tu proyecto de investigación?
-Estamos estudiando una bacteria llamada Burkholderia pseudomallei que produce una enfermedad denominada Melioidosis. Es una bacteria bastante interesante porque sin un tratamiento adecuado te puede matar en 24 horas. Esta bacteria vive generalmente en el suelo y en agua contaminada. Burkholderia es endémica de zonas tropicales en Asia y en la parte norte de Australia, sin embargo, existen reportes de turistas europeos que han contraido la enfermedad en Tailandia, Malasia o Australia, principalmente después del Tsumani de 2004. En Asia, es una enfermedad muy común entre los campesinos que colectan el arroz, ya que ellos se encuentran constantemente en contacto con la bacteria.
Un problema en particular es que la enfermedad no presenta síntomas específicos y es muy fácil de confundirla con cuadros de neumonía o tuberculosis, así que gente que la adquiere muchas veces no es tratada adecuadamente en su etapa inicial, terminando con consecuencias fatales.
En México, no existen reportes de melioidosis, sin embargo, por ser una zona tropical, la bacteria muy posiblemente se encuentra presente, en este caso el principal problema es que no se encuentra disponible un método de diagnóstico adecuado y económico, me imagino que algunas personas en México habrán fallecido sin saber que tuvieron melioidosis pero siendo diagnosticadas con otros cuadros clínicos.
El problema con esta bacteria es que es resistente a antibióticos y no existe una vacuna hasta el momento.  Recientemente, reportes militares sugieren que alrededor de 250 mil veteranos estadounidenses de la guerra de Vietnam han sido identificados serológicamente positivos contra esta bacteria. Al parecer los soldados habrían entrado en contacto con la bacteria cuando inhalaron partículas del suelo contaminado con Burkholderia principalmente durante el despegue de aviones o helicópteros, lo sorprendente es que 30 o 40 años después, están desarrollando la enfermedad. En este sentido, el gobierno de Estados Unidos teme que la bacteria pueda utilizarse como agente bioterrorista, debido a que es muy fácil que viva, por ejemplo, en agua destilada por décadas. Por ello existe interés en buscar nuevas estrategias para erradicarla.
Entonces nuestro trabajo está enfocado a encontrar nuevas curas contra esta bacteria.
-¿Cómo trabajan para alcanzar ese objetivo?
-Utilizamos la cristalografía de proteínas. El trabajo se enfocó en dos aspectos. El primero, identificar proteínas esenciales de la bacteria y determinar su estructura con el fin de diseñar nuevos fármacos. Proteínas que ayuden a la bacteria a sobrevivir y al tener su estructura disponible podemos diseñar compuestos que detengan su acción y maten a la bacteria, que es básicamente como actúan los antibióticos disponibles. En segundo lugar, buscamos determinar la estructura de proteínas implicadas en virulencia de la bacteria. La investigación se realizó en colaboración con un grupo en Malasia donde se cultiva la bacteria y ya ellos nos mandan el material genético, el DNA, y a partir del material genético clonamos las proteínas que nos interesan. 
-¿Qué avance lograste tú en este proyecto durante tu doctorado?
-Logramos determinar la estructura de una proteína que es importante en la virulencia de la bacteria. A su vez, la caracterizamos biológicamente, ahora ya sabemos cómo actúa. El aporte principal es que aunque la bacteria se identificó hace 100 años, no se conoce mucho del mecanismo de patogenicidad, es decir, sabemos que infecta, que ataca, pero no sabemos cómo, en este sentido, esperamos contribuir en conocer mejor su mecanismo de patogenicidad.
-¿Cuál es la trascendencia científica y social de tu investigación?
-Tomando en cuenta que por ejemplo en Tailandia la Melioidosis es la segunda causa de muerte y de que no exista un método adecuado para identificarla, ni vacuna para atacarla, creo que hace muy relevante el hecho de contribuir al conocimiento de cómo esa bacteria está actuando o qué mecanismo usa para causar daño.
Por otra parte creo que un gran aprendizaje para mi fue la metodología que utilizamos. El hecho de colaborar con grupos de Malasia y de Singapur, te hace darte cuenta de que la investigación científica ha dejado de ser de una sola persona o un solo grupo. Esto me ha ensenado que se pueden aplicar y combinando los conocimientos generados por grupos científicos alrededor del mundo para resolver un mal o una enfermedad que no solo afecta a los asiáticos, sino que se está expendiendo en todo el mundo.
 -¿Qué es lo mejor que te llevas de esta experiencia de estudiar y vivir en Sheffield?
-La ciudad me gusta bastante por su diversidad cultural. Yo creo que hay ciudades que son reconocidas a lo mejor por su arquitectura o atracciones, pero a mi me gusta el hecho de que Sheffield sea una ciudad universitaria donde la gente está acostumbrada a los estudiantes, puedo decir que es muy friendly en ese aspecto. Yo creo que el enriquecimiento entre culturas y la posibilidad de conocer gente de otros países es un aspecto muy positivo de Sheffield. Y bueno, además de que la ciudad es segura y con mucha vida noctura.

Entrevista: Daniela Morales